//= $monet ?>
Y la chica es obediente - cumple con todos los requisitos del tipo. Ella masturba su polla en casa, sin ningún tipo de trucos. El tipo la dirige como una puta, aunque la pelirroja no es ese tipo de chica. Simplemente hace lo que quiere con ella. Ella le habría dado por culo si él hubiera querido. Debería haberlo hecho. Después de todo, le gusta que ella apriete fuerte. Al final, su pimiento estaba rojo, así que lo apretó con fuerza. Seguro que se la metía por el culo.
La asiática acarició suave y largamente la polla con su lengua, sin olvidar también los huevos. Trabajó cada milímetro, mientras gemía tan lánguidamente que su compañero quería follarla. Su polla cabía entre sus hermosos pechos, y sus rosados pezones se hinchaban. Se tumbó y quiso que se corriera dentro de ella. Acabar sobre su barriga le producía un placer especial. Se acarició la polla con la mano. Ojalá tuviera una asiática así, porque son todas tan temperamentales.